
Ayer el fiscal Eugenio Campos comunicó la posibilidad de zanjar ambos casos vía procedimiento simplificado. El imputado admitió su responsabilidad y el juez Juan Villa lo condenó a dos penas de 61 días de presidio y al pago de una multa de 3 UTM ($113.382), como autor de los delitos de receptación y robo.
Le robó al amigo
El robo lo cometió en marzo del año pasado, al interior de un departamento de calle Los Salesianos. El amigo viajó y lo dejó a cargo del inmueble. Aprovechándose de esta circunstancia encontró dos baúles donde el dueño de casa guardaba, bajo llave, una importante cantidad de enseres y artículos electrónicos. Mena rompió los candados y se llevó casi todo, incluida una cámara grabadora y un dvd portátil. Luego, para simular un robo, el sujeto sacó una ventana y desordenó interiormente la casa. Llamó a Carabineros y denunció que habían entrado a robar. La investigación permitió establecer que todo fue mentira y que él mismo había robado y vendido los artículos de su amigo.
Tres meses después, en mayo, en el marco de una investigación por un computador robado llegaron funcionarios de la PDI al domicilio que estaba ocupando Roberto Mena. Una revisión permitió encontrar el equipo que buscaban y que había sido sustraído a la Municipalidad de Punta Arenas. Mena lo tenía en su poder luego, según su versión, de comprarlo en $25.000.
Ayer, después de ser condenado, iba a recuperar la libertad pero en el sistema judicial apareció una multa impaga que el juez convirtió en días de cárcel.