Por más arrepentido que se mostró del daño que le hizo a su hija, la justicia sentenció ayer a 17 años y 184 días de cárcel a un padre depravado que abusó sexualmente y violó a la menor que tenía a su cargo, por tutoría que le entregó el Juzgado de Menores. Producto de estos vejámenes la niña quedó embarazada a los 12 años y en diciembre de 2009 dio a luz. El fiscal Fernando Dobson llevó a juicio oral a este sujeto (del cual no damos el nombre para proteger a la víctima), presentando las pruebas que indagó durante toda la investigación que siguió con la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones. Además del testimonio de la propia víctima, que para los jueces Gonzalo Rojas, Jovita Soto y Fabio Jordán, “posee el carácter de ser apto, viable, explícito, concluyente, terminante, coherente y consistente en cuanto mantiene una misma narración. Es verosímil de momento que no existe antecedente alguno que hiciere dudar de la credibilidad de la deponente, porque ésta pudiere presentar tendencias fabuladoras”.
En el relato que entregó en el juicio la menor manifestó que el acusado empezó con tocaciones en sus pechos, vagina y otras partes del cuerpo cuando ella tenía nueve años de edad. “Al comienzo fue sobre las ropas y posteriormente por debajo, cuando vivían juntos y fue más de una vez, en las noches mientras su hermana dormía. El acusado le decía que se quedara callada, de lo contrario le iba a pegar”. Posteriormente, siguió con otras cosas. La pequeña contó que la llevaba a su dormitorio, le decía que se baje las ropas, la tendía en su cama, le hacía cosas, le pedía que no le dijera a nadie. En seguida, añadió que se enteró que quedó embarazada por un test que le hizo su padre.
Los antecedentes aportados por el fiscal Dobson revelan que el sujeto comenzó a abusar de la niña desde el año 2006 hasta diciembre de 2008, desde los 10 años de edad de la menor y que cometió el ilícito en circunstancias que él contaba con la tuición de la menor y habitaban un domicilio en común.