El biministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, dijo que un cambio en el huso horario para la zona más austral es un aspecto “que se puede analizar”, pero recalcó que esa medida tendría costos bastante altos. Las luces venían entregándose hace varios días. En sucesivas entrevistas, el biministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, recalcó que la decisión de retomar el horario de invierno aún no estaba zanjada.
De hecho, antes del segundo sábado de marzo -fecha en que tradicionalmente hace 68 años se retrasan los relojes en Chile- el Gobierno anunció que esa medida se posponía hasta el 2 de abril, dado que en el Ejecutivo se manejaban estudios que señalan que con el horario de verano hay menos delincuencia y se aprovecha mejor la vida en familia, esto por el aumento en las horas de luz natural.
A menos de una semana de que se cumpla el plazo, ayer definitivamente el Gobierno confirmó que será el sábado 7 de mayo cuando se realice formalmente el cambio al horario de invierno.
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, señaló que “a partir de esta modificación vamos a ingresar al horario de invierno el primer sábado de mayo y vamos a salir del horario de invierno el tercer sábado de agosto de cada año. Con esto, vamos a tener aproximadamente cuatro meses con horario de invierno y ocho meses con horario de verano, lo que nos coloca en términos similares con lo que ocurre con los países de Europa y Norteamérica”.
La medida busca “un ahorro energético. Los chilenos consumen menos energía y electricidad. En segundo lugar, atardeceres más tardíos. Según evidencias, hay menos delincuencia y menos accidentes de tránsito. Pero especialmente, toda la evidencia muestra que tener una mayor duración del horario de verano permite mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, dijo el jefe de gabinete.
Efecto en Magallanes
Lo cierto es que en la Región de Magallanes habrá por lo menos hasta el 7 de mayo, una hora más de luz natural, lo que debiera impactar positivamente en la vida familiar, y el horario de invierno se verá recortado en casi dos meses, pues el plan que trazó el Ejecutivo contempla que el sábado 20 de agosto nuevamente se adelanten los relojes y comience a regir el horario de verano.
De acuerdo con el funcionamiento de este año se tomará la decisión de qué ocurrirá más adelante y si la medida tuvo el efecto esperado.
Pero un tema que inquieta en la zona austral es el poco contacto con los rayos de sol que hay en invierno, una causa que en muchos estudios se relaciona incluso con depresión y suicidios. Es por eso que la salud mental igual se ve beneficiada con el aumento en las horas de sol.
Consciente de esto, el biministro Golborne consultó a través de las redes sociales qué opinaban los ayseninos y los magallánicos del cambio en el huso horario. Entre varias respuestas que recibió, se repitió la idea de establecer un horario diferenciado para la Patagonia, entendiendo que a la menor luz se suman las complicadas condiciones climatológicas de la zona.
En ese momento el secretario de Estado repitió una respuesta a los usuarios: “Es más complicado. Afecta muchas áreas (sistemas, oficinas, bancos, etc.). En general (esto) pasa en países orientados de oeste a este”, manifestó.
Pero ante esta apertura del Ejecutivo de evaluar nuevas fórmulas horarias, Diario El Pingüino le consultó nuevamente al secretario de Estado la posibilidad de establecer un horario diferenciado y la respuesta no fue del todo negativa. “Es un tema que se puede analizar pero tiene costos bastante altos. La mayoría de los países que tienen usos horarios distintos son justamente por la utilización de la luz del día en los cambios que hay de oeste a este y no de norte a sur. Tener un país con horarios distintos tiene complejidades mayores y no es un tema fácil de manejar, ya que se alterarían todos los sistemas”, afirmó el secretario de Estado, quien también cifró en un 4% de ahorro energético la medida que se implementará a partir de mayo. “Si bien implica un ahorro energético del orden del 4% en cada una de las familias, el cambio de hora implica una ventaja más bien social, ya que según estudios que se llevaron a cabo en torno al tema, mejora la calidad de vida de los chilenos, ya que al llegar con luz de día a sus casas, disfrutan mucho más las tardes en familia, así como también implica un impacto en la disminución de la delincuencia y accidentes de tránsito”, sentenció.