La Iglesia de Punta Arenas se reunió anoche en la Catedral en torno a su pastor, Bernardo Bastres, para celebrar la Misa Crismal, donde fueron bendecidos los santos óleos y el clero renovó los votos sacerdotales, al igual como lo hacen cada año cuando refuerzan su compromiso de obediencia al obispo y a sus sucesores. Una ceremonia especial, vivida en un momento difícil para la Iglesia Católica, que está en el “ojo del huracán” por las acusaciones de abuso sexual en contra de menores que enfrenta el ex párroco de la Iglesia Sagrado Corazón, Fernando Karadima, sancionado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
“Momentos tumultuosos”
Ayer, la totalidad del clérigo que renovó sus votos, participó primero en un retiro espiritual en la casa Juan Pablo II, desde las 10.30 horas, con monseñor Bastres.
Entrevistado por Diario El Pingüino, el pastor dijo que la jornada en la Catedral fue para sellar “el compromiso de fidelidad al Señor y al pueblo de Dios”.
La ocasión fue aprovechada para “recordar los aspectos más positivos del Ministerio, sabiendo, como hemos dicho los obispos, que estamos viviendo uno de los momentos más tumultuosos, pero debemos reconocer que una golondrina no hace un verano. Hay muchos hermanos que son fieles y que se han entregado por el todo. Hemos tenido en la historia magallánica ministerios que hasta los días de hoy la gente los recuerda. Eso es lo que queremos destacar, lo que significa lo positivo del ministerio, la entrega, la generosidad y que hay personas dispuestas a dar la vida por el servicio a Dios y a su Iglesia”.
- ¿Cómo los sorprende hoy la renovación de los votos sacerdotales, en medio de todo el conflicto que está viviendo la Iglesia
Católica?
- “Los obispos hicimos una declaración (al concluir la 101 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, reunida en Punta de Tralca, el 8 de abril de 2011) y la dimos a conocer a los sacerdotes y hasta ahí llegamos. No vamos a estar todas las veces reconociendo lo mismo sino que, lo que queremos hacer, es algo positivo. Por eso hemos enviado una carta a los sacerdotes, que leeremos hoy (ayer) en la Misa Crismal, donde los animamos a la fidelidad y al buen servicio a la comunidad”.
- ¿Localmente han recibido alguna nueva denuncia que atañe a un sacerdote?
- “Gracias a Dios, además de los casos que ya conocemos, no hemos sabido de nada más”.
- ¿Y qué pasó finalmente con el caso de Jaime Low?
- “Está sentenciado y ratificado por la Santa Sede y no podrá ejercer nunca más el ministerio sacerdotal. Después que salió el fallo civil, enviamos los antecedentes a Roma y la Santa Sede lo ratificó. No lo hicimos público porque sabíamos que se confirmaría lo que hizo el obispo de la diócesis, así que la situación jurídica en la Iglesia no ha cambiado”.
- ¿En lo personal, qué es lo que más les duele a ustedes cuando enfrentan una denuncia como la de Karadima?
- “Lo que más duele es que la persona ha faltado a su compromiso frente a Dios y lo segundo es que ha hecho mal. Entonces la gran pregunta es, si nosotros, que estamos llamados a hacer el bien, cómo podemos hacer el mal. Por lo tanto, el problema de las víctimas nos atañe y estamos viendo la forma de poder reparar y venir al encuentro de ellos, por ser los más dañados”.
- ¿Y cómo se recuperan las confianzas?
- “En la Iglesia tenemos que ser duros y transparentes. Por eso, el día 26 publicaremos en nuestro medio el protocolo para enfrentar estos casos. También hemos nombrado un sacerdote que estará dispuesto a escuchar estos antecedentes, porque los obispos queremos quedarnos en un segundo lugar. Pensamos que a la persona le puede resultar más fácil acceder a un sacerdote que al mismo obispo. Y en la medida que vayamos siendo claros yo creo que las confianzas tienen que volver. El protocolo será publicado en la página internet www.iglesia.cl de la conferencia episcopal y también en nuestra página. Cualquier fiel puede pinchar y leer y en cada caso sabrá dónde dirigirse”.