
Tras captar ciertos movimientos sospechosos en el domicilio del imputado, la policía obtuvo una autorización especial para realizar una compra de droga mediante la técnica del agente revelador. Un detective se presentó en la casa, tocó el timbre y lo recibió Sánchez, un sujeto de tez blanca y pelo colorín, quien lo vio y lo primero que le preguntó fue, cuánta droga quieres. El policía pagó con un billete marcado y a cambio recibió un contenedor de papel de diario con marihuana.
Esto motivó que los detectives tomaran contacto con la madre de Sánchez, quien autorizó la entrada y registro de la vivienda. En la revisión encontraron oculta en un forado de una pared una bolsa de plástico con 16 envoltorios de droga. Cuando la PDI estaba en la casa llegó el imputado, quien portaba un revólver calibre 22 corto, de procedencia argentina, con seis cartuchos, y en su zona genital guardaba dos bolsas nylon, una con 19 envoltorios de marihuana y otra con igual droga, paraguaya prensada. El total de la droga incautada pesó 88,1 gramos.
El detenido fue formalizado por tráfico de drogas y enviado a prisión preventiva por el juez Juan Olivares, pese a oponerse el defensor, Guillermo Ibacache.