
La seremi de Salud, doctora María Isabel Iduya, explicó que durante el invierno suelen aumentar las enfermedades respiratorias. A pesar que el frío no es en si mismo el causante de enfermedades, existen hábitos y conductas asociadas a las bajas temperaturas que aumentan el riesgo de enfermar.
La principal medida para prevenir la tos convulsiva es la vacunación con la DPT (Difteria, tétanos y tos convulsiva), que forma parte del programa Nacional de Inmunizaciones y que se aplica a los 2, 4 y 6 meses, con refuerzo a los 18 meses y 4 años. Su efectividad se obtiene solamente después de la 3ª dosis, por lo que es fundamental mantener a los niños con todas sus vacunas al día, de acuerdo al calendario de vacunación infantil.
La autoridad de Salud entregó recomendaciones a la comunidad para disminuir los riesgos de contraer esta enfermedad y otras enfermedades respiratorias durante la época invernal: lavar frecuentemente las manos con agua y jabón, o bien, utilizar alcohol-gel; mantener a los niños, sobre todo menores de 6 meses, alejados de personas con tos o síntomas de resfriado; al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con el antebrazo o, mejor aún, con pañuelos desechables que luego se botan; ventilar con frecuencia ambientes cerrados en el hogar, salas de clases, jardines infantiles o salas cunas.
La Tos Convulsiva o Coqueluche es una infección de las vías respiratorias, producida por la bacteria Bordetella Pertussis. La bacteria vive solamente en el ser humano y se aloja en la boca, garganta, y/o la nariz de la persona infectada, transmitiéndose por contacto directo de persona a persona, mediante gotitas de secreciones respiratorias expulsadas al respirar, toser o estornudar. Estas gotitas se pueden se depositar también en las manos del enfermo cuando se las lleva a la boca o al estornudar.