El empresario Max Marambio fue condenado a 20 años de cárcel por El Tribunal Provincial de La Habana, según informó ayer el diario oficial Granma. El ex ministro de la Industria Alimenticia, Alejandro Roca Iglesias, fue condenado a 15 años. Marambio, de 63 años, fue juzgado en ausencia, por no haberse presentado al proceso, y declarado culpable de “cohecho, estafa y falsificación de documentos bancarios o de comercio, todos de carácter continuado”.
Los condenados tienen diez días para impugnar la sentencia mediante un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
El Tribunal Provincial señaló que “a partir de la valoración de las numerosas pruebas practicadas en el juicio, estimó que los hechos imputados por la fiscalía fueron debidamente probados, y consideró que los delitos cometidos revisten particular gravedad y requieren de una respuesta penal enérgica, en correspondencia con los cuantiosos daños ocasionados por los acusados a la economía nacional y al menoscabo producido por ambos al comportamiento ético de varios funcionarios y trabajadores subordinados”.
Socio del Estado
Marambio era socio del Estado cubano en la empresa de alimentos Río Zaza, que con dos plantas facturaba 100 millones de dólares anuales.
El caso, en investigación desde inicios de 2010, salió a la luz pública en abril pasado, tras la muerte en La Habana del gerente de Río Zaza, Roberto Baudrand, a causa de una insuficiencia respiratoria aguda, combinada con el consumo de fármacos y alcohol.
El Gobierno cubano había convocado a Marambio y a su hermano Marcel, quienes residen en Chile, donde dirigen la empresa Internacional Network Group S.A. (ING S.A.), pero no se presentaron, por lo que fueron declarados en rebeldía.
Condenado
Max Marambio, por su parte, declaró que todo se debe a una persecución política del régimen de La Habana.
“No soy una persona de la simpatía de Raúl Castro. Su círculo más inmediato se dedica a este tipo de cosas. Por otro lado existe un poco de rapiña, porque esto de quedarse con las empresas sin indemnizar, lo están haciendo no solamente conmigo, sino con otras empresas de inversión extranjera”, indicó a Radio Cooperativa.
El empresario sostuvo que “no hay nada de lo que me acusan que tenga fundamento. Cuando hay base jurídica en cualquier parte del mundo, lo que se hace es mandar una petición de extradición que no han hecho”, dijo, finalmente.