
“Es importante para mí volver a bailar en la región. Nací allí y estar otra vez en esos lados es muy especial. Mis sueños de bailarín se gestaron en esa zona; tengo lindos recuerdos. Actuar en Punta Arenas, significa renovar energías para mí”, comentó Guzmán desde Santiago, a pocas horas de la función prevista para este martes, en el gimnasio de Cordenap (avenida Bulnes).
Junto con adelantar que “Don Quijote” (selecciones) es una adaptación especial para la itinerancia por el extremo sur del país, se mostró satisfecho por la alta expectación que ha despertado el montaje.
“Me enteré ayer (domingo) a través de una amiga de que se habían agotado muy rápido las entradas. Me parece genial que exista interés por ver la obra. Además se debe considerar que detrás de esto hay un gran esfuerzo. Es mucho más costoso llegar allá e incluso hubo que hacer adaptación a la obra completa. Imagínate que cuando llegamos hasta Puerto Montt, viajamos en bus y vamos haciendo escalas y actuando en distintas ciudades. Acá el tema es distinto. Pero lo bueno es que la gente podrá apreciar un lindo montaje, con danza variada y una historia en torno a la obra del Quijote de la Mancha”, precisó.
- Tu personaje es Basilio. Ya lo habías interpretado antes.
“Hasta hace una semana estuve interpretando Drácula. Salí de eso y rápidamente tuve que ponerme bajo las órdenes de esta gira con Don Quijote. Sólo tuve cuatro días de ensayo y aunque había hecho el papel de Basilio el año pasado, siempre cuesta un poco volver a retomarlo. Pero saldrá todo bien”.
Rodrigo Guzmán, quien a los 17 años se trasladó a Santiago para estudiar danza (Escuela de Baile) y que a partir de 1999 comenzó a formar parte del elenco estable del municipal, compartirá -al igual que el resto de los integrantes de la compañía- con los exponentes de la danza local. Este encuentro ocurrirá, a las 15.00 horas del martes, durante la marcación de piso.
LA OBRA
La puesta en escena DE “Don Quijote” (selecciones) se centra en la llega del “hombre de la triste figura”, junto a su amigo Sancho, a un pueblo donde sus aldeanos los acogen en la plaza, invitándolos a la taberna. Mientras Basilio, el Barbero, enamora a Kitri, la hija del tabernero. No obstante Kitri es pretendida por Camacho, un millonario, que cuenta con la aprobación del padre de cortejada.
El montaje está bajo la dirección artística de Marcia Haydée. La coreografía pertenece a Jaime Pinto; la escenografía y escenario son responsabilidad de Germán Droghetti y la música de Ludwig Minkus.