Dicen sentir temor de ser atacadas nuevamente, por lo que evitan transitar por calle Francisco Antonio Pinto, a la altura de Zenteno. ilvia Calbuante Calbuante, vecina de calle Zenteno, en el sector Río de la Mano de Punta Arenas, ha visto trastornada, desde hace un mes, su rutina diaria, a raíz de la mordedura de un perro que sufrió ella y su hijo menor, de 11 años.
Ayer compartió su preocupación con la comunidad a través de Pingüino Radio.
Más tarde señaló a Diaro El Pingüino que el pasado 11 de abril, cerca de las 13.10 horas, su hijo, Jaime Cuyul, fue atacado por uno de los tres perros que habitan en una de las viviendas de calle Francisco Antonio Pinto, signada con el número 17, en donde reside, hace 14 años, Juan Haros, mientras se dirigía hacia su casa, ubicada en la esquina, en Zenteno. El niño fue herido en su pierna derecha, a raíz de lo cual concurrió hasta el Hospital Clínico de Magallanes Doctor Lautaro Navarro Avaria de Punta Arenas, para constatar lesiones.
Si bien éstas fueron leves, el hecho le provocó un trauma psicológico, ya que desde entonces no se atreve a salir solo de su hogar.
Al día siguiente, la vecina se dirigió hasta el domicilio del propietario de los canes para exigirle explicaciones por lo sucedido y fue mordida también, en su pierna derecha. Desde entonces, ya no transita más por esa cuadra, por miedo a que se repita lo sucedido.
“No me atrevo a pasar por ahí, porque no se puede. Es primera vez que me pasa”, dijo.
Una versión similar tiene Carol Barría Barría, la que vive a unos metros de Silvia Calbuante. Asegura que pasó por lo mismo hace dos semanas. Cuando pasaba frente al domicilio de Juan Haros, los canes se habrían abalanzado sobre ella.
“Yo iba caminando, después de ir a buscar a mi hija al jardín, cuando doy la vuelta y se me vienen tres perros encima. Uno de ellos me mordió las dos piernas. De hecho, me mordió todo el pantalón. Afortunadamente no fue grave”, contó Barría. “Llamé a la municipalidad y me dijeron que podían venir a ver a los perros, pero que no podían sacarlos de su casa y llevárselos”, agregó.
Propietario
Al ser consultado por ambos casos, el propietario de los perros negó que sus mascotas fuesen agresivas. Asimismo, indicó que una de ellas parió recientemente, por lo que al sentir la cercanía o presencia de desconocidos, tendía a proteger a sus cachorros con una actitud ofensiva.
Por su parte, en la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud indicaron que una vez que la persona mordida asiste al hospital regional para constatar lesiones, se les notifica del hecho, con el nombre de la víctima y la dirección del supuesto propietario. Con esos datos personal de la seremi concurre hasta el lugar para verificar si los perros han sido vacunados. Si no es así, se insta al dueño(a) a hacerlo. Al respecto, las mismas fuentes indicaron que muchas veces las direcciones son incorrectas o no existen, por lo que ven obstaculizado su trabajo.