Demanda de $ 850 millones podría ser presentada nuevamente en contra de alcalde y seis concejales.
Por otra parte, el ex alcalde Juan Morano manifestó sus dudas respecto del retiro de la acción judicial porque, a su juicio “¿qué significa retirar? La gente lo entendió como que esto ya se terminó, como que ya no corre y eso no es así”.
El abogado querellante en el segundo proceso de licitación representando a Recotrans EIRL, Ricardo Leal, corrobora en los dichos del ex edil señalando que las demandas que no han sido notificadas se pueden volver a presentar o , por el contrario, no pronunciarse más sobre el asunto.
El pasado martes 10 de mayo, mientras se hacía público el fallo de la Corte de Apelaciones en contra de la Municipalidad de Punta Arenas por el polémico contrato de la basura otorgado a Servitrans S.A. -uno de los oferentes más caros en el proceso de licitación-, el alcalde Vladimiro Mimica y los concejales conocían -mientras entablaban una reunión de urgencia por el asunto-, que el abogado de la Sociedad Mancilla y Asencio Ltda. había retirado en el Primer Juzgado de letras la demanda por $ 850 millones en su contra y la de seis concejales: Emilio Boccazzi, José Aguilante, Roberto Sahr, Claudia Barrientos, Antonio Ríspoli y Mario Pascual.
Se trataba de la primera resolución de la Justicia en que la empresa Mancilla y Asencio Ltda. había dado un duro revés al municipio con los pronunciamientos de dos importantes organismos: el Tribunal de Contratación Pública (TCP) y la Corte de Apelaciones por considerar que el proceso no se llevó a cabo como es debido con la directa responsabilidad de quienes se opusieron a otorgarles el contrato.
Esta oportuna acción parecía dar un alivio a las autoridades edilicias, quienes, en todo caso, manifestaron que iban a acatar los fallos y lo que la legalidad exigía.
De esta forma, en el documento presentado ante el Primer Juzgado de Letras se señalaba: “No habiéndose notificado la demanda a ninguno de los demandados, ruego retirar la misma”.
Seguidamente y sembrado el manto de dudas en torno a la eventual situación, el ex alcalde Juan Morano (DC) puso sobre la palestra que las demandas que se iniciaban llegaban hasta el final, por ende la figura de retiro quedaba nula. “Qué significa retirar”, dijo Morano, enfatizando que “la gente lo entendió como que esto ya se terminó, ya no corre”.
En este sentido, de acuerdo con sus indagaciones, “ni siquiera se puede retirar la demanda, una vez que se inicia, llega hasta el final. Lo que se hace es pedir el expediente que uno de los involucrados hizo es para incorporar, seguramente, más antecedentes. Yo creo que lo que se va a hacer es aumentar la indemnización, la petición de indemnización a raíz de este otro fallo”, indicó.
Justamente la tesis del ex edil es refrendada por el abogado Ricardo Leal -querellante en el segundo proceso de licitación-, no en todas sus dimensiones, pero sí en sus aspectos generales.
Según el jurista, existen dos opciones en este tipo de procedimientos. La primera; relacionada con el retiro de la demanda “sin haber sido notificados los demandados” y la segunda, con el desistimiento de interponerla habiéndose ya notificado a los demandados.
Entonces, teniendo en consideración que Mimica y los seis concejales aludidos no fueron notificados al retiro de la demanda el resultado será que el querellante tenga la opción de presentarla nuevamente en los términos que estime conveniente, es decir, podrá barajar entre sus opciones aumentar la indemnización o simplemente no pronunciarse más sobre el asunto.
En el otro caso, no se puede echar pie atrás, ya que si se desiste en el proceso al existir notificación, la demanda se anula y no puede ser presentada nuevamente.