“Es una recuperación milagrosa”, sostiene Luis Vásquez, sin poder ocultar la emoción que esto le provoca. Más aún cuando el joven deportista le pidió que cambie el asiento de su bicicleta porque pronto quiere retomar los entrenamientos. Una tarea que quedó inclusa la tarde del martes 10 de mayo, cuando Luis Yunior Vásquez chocó contra una máquina retroexcavadora y debido al accidente terminó con la punta del asiento incrustada en el ojo derecho. Un equipo multidisciplinario operó durante más de siete horas al paciente, una intervención compleja jamás realizada en Punta Arenas. En el quirófano los médicos lograron extraerle el sillín de la bicicleta, pero lo más complicado de todo era no dañar otros tejidos nobles de la cavidad cerebral.
“Nuestro miedo más grande era saber si volvería a coordinar sus movimientos y palabras y por lo que vemos está todo igual”, valoró el padre.
Consultado si recuperará la vista, dice que “es un drama pero él lo asimiló y señala que si no le funciona la vista no piensa hacerse drama y va a seguir estrenando, como lo hemos hecho siempre”. Por eso destaca la fortaleza de su hijo, nunca imaginó en la capacidad de recuperación que podía tener. “Me gustaría decirles gracias por todo, en su cara, y dándole la mano a cada uno”, indicó sobre los médicos que operaron al joven deportista.