Entre 300 y 400 pacientes pasan por la Urgencia del Hospital Clínico de Magallanes, en los dos turnos de 12 horas cada uno. Las esperas de los pacientes bordean las cuatro horas, una situación que según el jefe de la unidad, doctor Ignacio Iñíguez, podría perfectamente evitarse si los usuarios que consultan lo hicieran por patologías graves y no por simples resfríos o dolores estomacales. De paso hace una velada crítica a la atención primaria, atribuyéndole responsabilidad en el “colapso” en la guardia. Es posible pensar que la falta de médicos haga que los usuarios no quieran concurrir a los consultorios y se dirigen directamente al hospital.
“Estamos con un alto flujo de pacientes, muchísimos, predominando por estos días las enfermedades respiratorias y comienzan a mostrarse en retirada las gastrointestinales”, señaló Iñíguez.
Una vez más hace la salvedad de que “en el hospital estamos por momentos colapsados por los mismos pacientes que en general no requieren atención de urgencia, debiendo esperar hasta cuatro horas, lo normal para un servicio de urgencia en Chile, pero acá todos quieren una atención rápida lo cual deriva en reclamos, malos tratos al personal, a los médicos y también una respuesta por parte del personal a los usuarios lo que hace que el ambiente se torne algo bastante desagradable”.
Particularmente el virus respiratorio sincicial está predominando en las consultas médicas de las últimas semanas. Comienza a notarse el alta en los servicios de urgencia, al igual que las enfermedades gastrointestinales, del tipo viral o por transgresión alimentaria. Los lunes y viernes son los días con más afluencia de público en la asistencia pública, indicó el doctor Iñíguez.