Ayer, a las 19.00 horas, llegaron a Santiago de los Caballeros, República Dominicana, los restos de Orfelina Ramona Paulino Tatis, ciudadana de ese país, que fue asesinada por su pareja, Marcelo Gutiérrez Gutiérrez, el 23 de marzo. Casi dos meses permaneció en el Servicio Médico Legal (SML) de Punta Arenas el cuerpo de la ciudadana extranjera, hasta que dieron resultado las gestiones de la embajada de República Dominicana en Chile. El lunes de esta semana salieron los restos de Orfelina rumbo a Santiago de Chile y, según una de las amigas, luego de un largo viaje ayer llegaron a la ciudad natal de la víctima de este brutal crimen. Era hija única y allá la esperaban sus padres, familiares y amistades. La acción criminal de Gutiérrez truncó los sueños de esta mujer, de 27 años de edad, que viajó a esta austral ciudad en busca de una nueva vida. Fue ultimada al interior de la vivienda que compartía con su pareja, en la villa Club Hípico.
El imputado, que fue formalizado por el delito de femicidio, dijo que “yo la acuchillé y mientras lo hacía le decía para que nunca más le jodas la vida a nadie”, fueron las palabras que Gutiérrez escribió en una de las cartas encontradas en la casa, al parecer porque tenía la intención de quitarse la vida. Posteriormente, él mismo llamó a Carabineros y cuando la policía llegó al domicilio encontró el cadáver de la mujer.