Esto llevó a instalar camas provisorias en el comedor, una situación que a juicio del abogado Juan Ignacio Lafontaine, “resta la dignidad que impone el reglamento de la Ley Penal Adolescente”. Una solución de “parche” llevó a suspender la condena a dos jóvenes que cumplen un régimen de semi encierro, por un plazo de 25 días, hasta que el Servicio Nacional de Menores solucione la falta de espacio en el Centro de Reclusión Juvenil Aoniken, ubicado en el sector Río de los Ciervos.
La Defensoría Penal Pública, a través de su jefe de estudios, abogado Juan Ignacio Lafontaine, solicitó una audiencia en el Juzgado de Garantía para plantear esta situación, la que se realizó ayer con participación de los delegados del programa y la propia directora del Sename.
Lafontaine fue claro en señalar que “las condiciones en que están los jóvenes condenados con la modalidad de régimen semi cerrado la ley no las permite”. Explicó al juez que la capacidad máxima del centro juvenil es para diez personas y actualmente llegan 12 jóvenes a dormir. Esto llevó a instalar camas provisorias en el comedor, una situación que a juicio del jurista “resta la dignidad que impone el reglamento de la Ley Penal Adolescente”.
Aseveró que los organismos públicos tienen la obligación de cumplir su rol. Una situación que es mucho más sensible en el caso de los jóvenes, “porque la convención internacional es súper clara, ya que establece que el Estado debe velar para que se cumpla la ley respecto de los adolescentes”. Siempre se busca la rehabilitación de los jóvenes, pero en el caso de Punta Arenas la sociedad no está cumpliendo con lo que le corresponde hacer como es tener la capacidad para encerrarlos en las noches en forma digna.
Incluso el profesional habló de hacinados, “porque si un establecimiento tiene capacidad para 10 personas y hay 12 es hacinamiento. Por ello pusimos la voz de alerta, porque no podemos permitir que suceda lo que pasó en el norte del país en cárceles de adultos, los organismos correspondientes deben hacer su trabajo”.
El magistrado Andrés Provoste resolvió que si la capacidad en Río de los Ciervos es de 10 usuarios no pueden haber más, así que suspendió la condena de encierro nocturno a otros dos, por los mismos 25 días que tiene el Sename para resolver este problema. “Es una solución de parche mientras se habilitan nuevas dependencias como habitaciones”, indicó Lafontaine.
A esto se suma el problema de transporte que tienen los jóvenes para llegar en las noches a Río de los Ciervos, “porque cuando se diseñó el sistema del semi cerrado, no se pensó en que los internos deben llegar a las 20.00 horas, y por eso hoy tenemos jóvenes transitando de noche, muy oscuro, y en condiciones climáticas propias de la zona”.