
El hecho habría sucedido el pasado 20 de febrero, alrededor de las 19 horas, siendo que una niña de ocho años se encontraba con el vecino, en un dormitorio del segundo piso de la casa de éste, donde el sujeto le bajó la ropa y pasó sus manos por los genitales de la pequeña, además de exigirle otros actos de connotación sexual. La víctima intentó gritar pero él le tapó la boca, tomándola de las muñecas para impedirle huir. Fue en esos momentos que llegó a la habitación otra persona y vio a la niña con su ropa abajo. El acusado, al verse sorprendido, ingresó rápidamente al baño.
En la acusación el fiscal Dobson solicita una pena de cinco años de presidio para el imputado, quien es representado legalmente por el defensor penal Cristian Opazo Aguilera.