
En el caso de la ecuatoriana, que solía trabajar en ambientes nocturnos, reiteradamente incumplió los reglamentos a que están sometidos los ciudadanos extranjeros. La mujer residía en Punta Arenas desde 2008, y su forma de actuar determinó que la autoridad regional resolviera su expulsión. “Fue denunciada constantemente, porque primero vivió en la Quinta Región, y presentó reiteradas infracciones por trabajar sin los permisos correspondientes y nunca consiguió su residencia oficial, lo que gatilló la expulsión del territorio nacional”, informó el jefe del Departamento de Policía Internacional de la Policía de Investigaciones de Punta Arenas, comisario Fernando Morales.
En el caso de la uruguaya, indicó que era requerida por su país por algunas situaciones judiciales pendientes del Juzgado Letrado en lo Penal del Departamento de Delitos Complejos.
Esto llevó a los agentes a establecer una coordinación con la Interpol para que la mujer fuera esperada por la policía al arribo de la ciudad de Montevideo.
La PDI revisa constantemente la situación de los extranjeros. Incluso, explicó Morales, “cada persona que hace sus trámites de residencia es consultada a Interpol Chile para que ellos hagan la coordinación con sus pares y así saber si la persona es requerida por su país, y de ser así tenemos que informar al Departamento de Extranjería de la gobernación”.
Respecto de las mujeres expulsadas, dijo que ambas fueron escoltadas por personal de la PDI hasta el país de origen. “Esto forma parte de una de las tantas actividades que debemos desarrollar como policía internacional. Primero las llevamos a Santiago a finiquitar trámites y luego a su país de origen”.