
Considerando la contingencia que estamos viviendo en Chile, esta conmemoración nos invita a reflexionar, a discutir y conversar sobre las acciones que debemos realizar como país y, especialmente, como ciudadanos y ciudadanas conscientes del medio que nos rodea y que somos responsables de preservar.
En este sentido, chilenos y chilenas nos mostramos preocupados por los perjuicios que estamos ocasionando al medioambiente, pues según los datos recogidos por la Fundación Jaime Guzmán, un 81% de la población sostiene que conservar el medioambiente es un problema inmediato y urgente; al igual que, y según el Estudio Nacional de Opinión Pública nº 63 del CEP, más de la mitad de la población (62%) afirma que casi todo lo que hacemos en la vida moderna daña el medioambiente.
Sin embargo, esta preocupación no se condice con la percepción que se tiene de las políticas ambientales que se han implementado en Chile durante las últimas décadas. Ocurre que el 65% de los chilenos opina que en nuestro país está haciendo “demasiado poco” para proteger el medioambiente, pues se tiende a pensar que dichas políticas son un obstáculo para el crecimiento económico de las naciones. No obstante, y según la Encuesta UNAB del año pasado, el 72% de la ciudadanía piensa que no es así. Es más, muchos chilenos piensan que el gobierno debería ofrecer subsidios a aquellos productos que no contaminan el medioambiente (69%).
Si bien chilenos y chilenas nos mostramos preocupados por el destino del planeta, son pocos los que realmente tienen conocimiento sobre el tema. Tal como reveló la Encuesta UNAB, más de la mitad de la población no sabe qué significa la “Huella de Carbono”: un escaso 16% conoce efectivamente de qué se trata este concepto que mide el daño medioambiental, que corresponde al “total de emisiones de gases invernadero causado para la elaboración de un producto”.
En esta misma línea, y al indagar en las acciones concretas que se realizan en Chile para cuidar el medioambiente, nos encontramos con escasas alternativas que permiten tener un comportamiento realmente ecológico. Más allá del 90% de hogares que cuentan con el uso de ampolletas de ahorro energético, sólo un 39% de chilenos y chilenas reduce la energía que usa en su hogar (Estudio Opinión Pública nº 63, CEP, 2010), mientras que un 12% de la población deja de usar el automóvil por razones medioambientales, y tan sólo un 1% utiliza paneles solares para la generación de electricidad.