
Un escabroso caso de violación de un padre a una hija quedó al descubierto ayer, cuando se conoció que el puestero, de iniciales J.V.A., de 41, desde hace cuatro años venía cometiendo violaciones en contra de su propia hija. Los hechos comenzaron a ocurrir cuando la menor tenía tan sólo 10 años y acontecían cuando el hombre estaba en la casa y su esposa salía a trabajar por turnos en un hotel. Incluso, el año pasado se sobrepasó sexualmente durante la noche de Navidad. Una amiga de la niña la alentó para que le contara los hechos a su madre, quien lo denunció a la policía.