
La molestia de la gente es aparente, sobre todo porque de acuerdo con sus declaraciones, la mayoría de las informaciones que emanan día a día reflejan un desorden administrativo y un panorama confuso que no se ha transparentado cien por ciento a la comunidad.
Tampoco están de acuerdo que “los platos rotos” los paguen los mismos funcionarios municipales, puesto que indican que las decisiones siempre van a pasar por decisiones políticas de las autoridades edilicias, es decir, también les cabría responsabilidad a los concejales.
Gran parte de la ciudadanía emplaza al alcalde a explicar públicamente la difícil y evidentemente grave situación municipal que podría terminar desviando los mayores esfuerzos de sus autoridades en solucionar una serie de acciones judiciales, que opinan se podrían haber evitado.