En la oportunidad Alcaíno manifestó que en el taller, que duró 5 meses, se transmitieron conocimientos de técnicas de manejo del metal y otros materiales, e igualmente se explotó la creatividad de los participantes, con el fin de traducirlos en una alternativa de industria creativa artesanal de calidad con identidad regional.
“Cada uno desarrolló su propio lenguaje identitario, en un proceso creativo que implicó tiempo, así como el uso de diversas técnicas y materiales como plata, vidrios desgastados por el mar, textiles, piedras, cuero de pescado”, explicó la orfebre.
El jefe de planificación del CRCA, Rodrigo Oyarzún, señaló a los asistentes que el trabajo efectuado en el taller fue un gran aporte al crecimiento del universo artesanal de la región. “No sólo permitió generar el interés por efectuar el oficio artesanal con identidad regional, sino también abrió una puerta para mejorar la calidad de vida de las personas, a través de una alternativa económica para quienes lo ejercen”.
Durante la charla, los participantes pudieron apreciar los productos elaborados por los integrantes del taller. Principalmente joyas como anillos, aros y colgantes en diversos materiales.