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Un momento, para algunos emotivo y para otros indignante, fue el que relató una funcionaria de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco), quien afirmó que el alcalde Vladimiro Mimica Cárcamo le devolvió ayer una medalla de San Expedito que ella le había regalado, para que protegiera a su hija. Con una pequeña nota escrita a mano, el edil le manifestó que ante su adhesión al paro de actividades, se sentía defraudado de su actitud y que los hechos valen más que mil palabras, acto que fue repudiado por la asamblea y sólo aumentó la molestia que tienen los trabajadores con el edil.