
“Según algunas informaciones, algunas autoridades de Chile ya sabían, ya hacían seguimiento. Yo me pregunto, si ya sabían, ¿por qué no nos comunicaron oportunamente para dar (a Sanabria) un castigo severo en Bolivia?”, sentenció el Mandatario, en el marco del aniversario de la Policía Nacional.
Estas declaraciones del Mandatario surgen un día después de que el ministro de Defensa, Andrés Allamand, dijera que Morales pretende “desviar la atención” del caso de Sanabria al condecorar a los 14 militares bolivianos que fueron arrestados en Chile la semana pasada, armados y a bordo de vehículos robados.
Morales dijo que “parecería que algunas instituciones de los países vecinos también están al servicio de otros intereses externos”, además reiteró sus críticas al Departamento Antidrogas de EE.UU. (DEA), al que acusó de “usar” la lucha contra el narcotráfico “con fines netamente políticos”.
Según Morales, la DEA todavía intenta “denigrar” a su país, valiéndose de “algunos expertos en temas de investigación de los países vecinos” y de casos de bolivianos implicados en narcotráfico, pese a su expulsión de Bolivia en 2008.
Sanabria, que fue jefe antidrogas de Bolivia entre 2007 y 2009, fue detenido en febrero por la DEA en Panamá, en una operación en la que colaboró Chile y fue llevado a EE.UU. para ser juzgado, donde el jueves se declaró culpable de conspirar para importar cocaína a ese país.
Morales sostuvo que “por culpa de esa persona queda mal no solamente la Policía, sino el pueblo boliviano” y pidió mayor “disciplina y control” para frenar los problemas al interior de la Policía.
Las relaciones entre Bolivia y Chile se deterioraron a partir del anuncio de Morales de que demandará a Santiago en cortes internacionales una salida “soberana” al Pacífico, perdida en una guerra de fines del siglo XIX, lo que puso fin al diálogo bilateral que ambos gobiernos tuvieron en los últimos cinco años.