Con los antecedentes que le proporcionó Carabineros, el fiscal presentó un “requerimiento en procedimiento simplificado verbal”, por el delito de violación de morada, en contra del cuarteto.
Según el parte policial, la dueña de la propiedad, que en esos momentos estaba sin ocupantes, llamó a la central de Carabineros dando cuenta de un grupo de personas que le estaban ocupando ilegalmente la casa. Una patrulla acogió la denuncia y al llegar la policía al domicilio indicado encontró a los cuatro sujetos, acompañados por otros que al parecer huyeron, quienes destrozaron la chapa de una puerta para ingresar y cometieron otros daños estructurales.
Por el delito de “violación de morada, en calidad de autor”, el fiscal solicitó una pena de 200 días de presidio y multa de seis UTM ($ 229.728), pero como ninguno admitió responsabilidad optaron por ir a juicio, cuya preparación se fijó para el 10 de agosto, a las diez de la mañana, y el juez dispuso la libertad de todos ellos.