Mientras corría, y luego de saltar una reja y pasar a un sitio eriazo, en calle Neftalí Carabantes, arrojó una pistola al suelo, pero se quedó con otra en los bolsillos. Cuando su captura era inminente, al ser obligado por el carabinero Arturo Ramos a detenerse, Coñuecar sacó la pistola que portaba y encañonó al policía, amenazándolo de muerte mientras lo desafiaba a garabatos. Esto obligó al funcionario a arrojarse al suelo y sacar su arma de servicio. Mientras pedía ayuda el lugar fue acordonado y con el apoyo de refuerzos lograron reducir al sujeto.
A prisión
El fiscal Oliver Rammsy formalizó ayer al detenido, por cuatro delitos: “Porte y tenencia ilegal de arma de fuego, porte de arma cortante, amenaza de muerte a su pareja en contexto de violencia intrafamiliar y amenazas de muerte a un carabinero en acto de servicio”.
Solicitó la prisión preventiva, pese a que el defensor Juan Ignacio Lafontaine se opuso, pero el juez Juan Villa estimó válida la solicitud, considerando que la libertad de esta persona constituye un peligro para la sociedad.
