Javier Vidal es un vecino de Punta Arenas que trabajó cerca de diez años como cocinero en el casino de Oficiales de la Armada, y otra decena en diversos restaurantes. Esto, hasta hace tres años, cuando se vio obligado a dejar su empleo, producto de agudos dolores lumbares que le impedían cumplir su labor. Luego de varios exámenes médicos, se le informó que su problema no se podía solucionar mediante una operación, ya que corría riesgo vital, al peligrar la zona de su médula espinal.
Así, tal como consta en sus carné de invalidez, Vidal se convirtió a los 41 años en discapacitado. “He sufrido dolores todos estos años, no podía siquiera vestirme”, cuenta este jefe de hogar, que lamenta no poder darle sustento a su familia como antes.
El Instituto de Previsión Social ha iniciado los nuevos cambios al sistema previsional, con un aumento en las pensiones y una extensión al 60% más pobre de la población.
En este sentido, para optar a la Pensión Básica de Invalidez tiene por requisito tener un diagnóstico médico que indique el 50% de menoscabo físico. Pero Vidal no ha logrado obtener este beneficio, a pesar de haber sido diagnosticado en noviembre de 2010, luego de costosos exámenes, con 60% de discapacidad por una comisión médica, de la Superintendencia de Pensiones. Esto debido a que en junio pasado fue conminado a repetir sus pruebas con una comisión central en Santiago, que decidió bajar su evaluación a sólo un 20% de deterioro físico.
Diferencias comunes
Mientras que este ex cocinero se pregunta indignado el porqué del desacuerdo médico, la Compin, cuya misión es la de “garantizar en forma eficaz el acceso a los beneficios de la protección social en salud”, explica a través de su coordinadora regional, la enfermera Ana Claudia Campos, que “es muy extraño y (su solución) va a depender de los antecedentes del examen que realizó el médico tratante”, aunque “es común que existan diferencias médicas en su interpretación”.
Por ahora, Javier tramitará nuevamente su caso, en tanto que alivia sus dolores físicos gracias al Centro de Rehabilitación del Club de Leones e intenta sostener a su familia con un local de ventas que acaba de abrir en su casa, con la ayuda de un fondo del Servicio Nacional de la Discapacidad.