
Al llegar al frontis del local se percató de la ruptura de un gran ventanal que se encuentra en el ingreso norte del recinto, el cual presentaba un forado de importantes dimensiones, que permitía el acceso al interior con relativa facilidad.
El o los antisociales ingresaron al kiosco quebrando otro vidrio, por donde pudieron acceder a los productos para la venta y el poco efectivo que quedaba en la caja.
El guardia procedió a hacer una revisión en el perímetro del supermercado, y desde una pila de madera pudo observar un niño que huía por debajo de una reja, intentando detenerlo, sin embargo, se escapó hacia una sitio eriazo.
“No tenía más de 12 ó 13 años, y como salió corriendo hacia la pampa no pude seguirlo, tenía que quedarme aquí, la verdad es que no sé si tendrá algo que ver, pero cuando le grité para que se detuviera más rápido huyó”, aseguró Aguilar.
Los efectivos policiales del Cuadrante 2 de Carabineros fueron los primeros en llegar al lugar, procediendo a asegurar el área y dar cuenta del hecho al fiscal de turno, quien dispuso que el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) concurriera hasta el sitio para realizar los peritajes de rigor.
Los administradores del comercio indicaron que en total las pérdidas del robo, entre especies sustraídas, dinero de la caja registradora, alcanzarían cifras cercanas a los 350 mil pesos, sin contar los cuantiosos daños en cristales.