
Al respecto, el Presidente Sebastián Piñera, dijo desde la región del Biobío que “el Gobierno ha resuelto ir en ayuda de los damnificados, especialmente de Lonquimay, declarando esa área como zona de catástrofe, lo cual nos permite más instrumentos para ayudar a esos chilenos que hoy día están viviendo tiempos de adversidad”.
Cerca de 6.500 personas aisladas ha dejado el temporal de nieve registrado en las zonas cordilleranas y pre-cordilleranas de la región, ya que la mayoría de los caminos secundarios permanecen tapados con capas de nieve. Según el Intendente subrogante, Miguel Mellado, esta nieve acumulada en los sectores cordilleranos alcanza una altura promedio de tres metros.
En Lonquimay, el 70% de sus habitantes se halla viviendo en zonas rurales. El “terremoto blanco” ha sepultado casas, caminos y, presumiblemente, animales en este sector de la comuna, que tiene más de 148 km de frontera con Argentina.
En tanto, el alcalde de Curarrehue, Héctor Carrasco, comunicó que el 80% de las familias de la comuna permanecen aisladas por la intensa caída de nieve en la zona cordillerana de la novena región.
El Gobierno ha destinado un representante para cada comuna afectada, con el fin de coordinar las acciones destinadas a ir en ayuda de las familias aisladas, que además son apoyadas por cuatro patrullas de Ejército de la Compañía Andina del Regimiento de Infantería Nº 8 Tucapel.
A fin de resolver el abastecimiento de comida, se han establecido puentes aéreos con la FACH, distribuyendo mediante helicópteros hasta ahora mil cajas con ayuda para las familias afectadas. Otras mil llegarán hoy a la zona, entregadas por personal de la Onemi.
Ya se dispuso 700 millones de pesos para las zonas afectadas, a fin de “reparar infraestructuras y sacar nieve de las casas”, dijo Mellado.