Confirman la participación de Jorge Finocchio el hombre más ganador del Gran Premio de La Hermandad. Muchos de sus amigos y reconocidos tuercas le llaman el “Rey de la nieve y el hielo”, esto luego de su gran hazaña gestada en la edición número 36 de esta carrera. En esa edición del año 2009, Jorge, demostró toda su capacidad conductiva y además dejó en claro que los años no le pasan encima y de paso le ganó la apuesta a su hermano, Yaky Finocchio, que sería el ganador de la general con un tiempo acumulado en ambos días de 8 horas 3 minutos y donde largaron 160 autos, de los cuales sólo lograron terminar 35 ambas etapas. Particularmente la Hermandad del año 2009 se recuerda como una de las más duras de los últimos diez años. Ya son ocho las hermandades que ha ganado Jorge, lo que lo lleva a ser el hombre más ganador de esta tradicional prueba tuerca y sin duda ha pasado a la historia de oro del Gran Premio como un buen deportista, amigo y compañero de ruta, según lo definen algunos amigos cercanos.
El trabajo de la Escudería los Fueguinos, es intenso y la preparación del histórico Megane, es detalle a detalle y hasta el último perno, nos comentan. Compartiendo alguna vez con Jorge le consultaron por qué no cambia el auto ya que la carcasa está bastante vieja. Con la tranquilidad que lo caracteriza, respondió: “Porque la historia de cada carrera se encuentra impregnada en esas latas que vos ves”. Uno de los que más sufre en esta carrera, es el jefe de equipo, Yaky Finocchio quien se preocupa de la logística de la escudería.
Un cuento aparte es su navegante, el reconocido Colo Ibarra, quien en estos meses de carrera pasa a ser un integrante más de la familia y tienen una verdadera hermandad y afinidad para llevarse bien en el habitáculo. Jorge nos ha demostrado a las nuevas generaciones que con trabajo y dedicación se pueden conseguir grandes objetivos y además que no se necesita ser un piloto tan rápido para ser tantas veces campeón, sino ser un piloto que corre con conciencia y sabe acelerar cuando se puede. Es decir, la conjunción perfecta de la receta exitosa de todo rallista, saber mezclar la velocidad con la regularidad.
