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Mubarak se presentó en una camilla rodeado de médicos y negó las acusaciones en su contra, al igual que sus hijos Gamal y Alaa.
La fiscalía acusó a Mubarak y al ex ministro del Interior Habib el Adly por homicidio premeditado desde el inicio de la comparecencia, la que se reanudará el 15 de agosto.
El proceso comenzó con las palabras del presidente de la Corte, Ahmed Rifaat, quien se refirió a los marcos del procedimiento y fue interrumpido en varias ocasiones por la defensa. “Queremos trabajar en calma y dar la posibilidad de realizar un proceso justo y correcto”, sostuvo.
Los abogados acusaron al ex titular de Interior de haber sido quien dio curso a las órdenes de Mubarak para asesinar manifestantes y reclamaron la aplicación de los artículos más severos de la ley local contra los imputados.
Estos hechos ocasionaron que seguidores de Mubarak advirtieran que “si el tribunal lo condena quemamos y demolemos la prisión”, en medio de una protesta realizada frente a la academia de la policía.
A la entrada de la sede del tribunal se produjeron incidentes donde al menos 60 personas resultaron heridas, según reportó el Ministerio de Salud.
Al final de la visita, el juez Ahmed Rifaat anunció que Mubarak sería trasladado a un centro médico internacional en la carretera que une El Cairo con la ciudad de Ismailia, donde se encuentra internado desde ayer.