Sin cuerpo de la víctima, jueces condenaron por homicidio

General
10/08/2011 a las 15:31
El crimen ocurrió en la madrugada del 20 de febrero de 2009, cuando los pescadores se encontraban a bordo de una lancha y sostuvieron una discusión. Por unanimidad la justicia condenó ayer a Pablo Ayancán Ayancán, como autor del crimen del pescador Fernando Ojeda Navarro, alias “El Nano”, ultimado de un disparo en el pecho, en noviembre de 2009. El veredicto marca un precedente judicial, ya que el autor fue encontrado culpable de este hecho de sangre sin que apareciera el cadáver de la víctima, el cual fue arrojado al fondo del mar.
Por lo mismo existía bastante expectación respecto a la decisión que tomaran los magistrados Jovita Soto, José Flores y Fabio Jordán. Es más, no solamente encontraron culpable a Ayancán, si no que lo enviaron a prisión a la cárcel de Punta Arenas, ya que gozaba de libertad. Y como recién el sábado se conocerá la pena que deberá cumplir por el homicidio, coincidieron en el parecer de la fiscalía respecto a un eventual peligro de fuga.
Homicidio
El crimen ocurrió en la madrugada del 20 de febrero de 2009, mientras los tripulantes Pablo Sixto Ayancán y Fernando Antonio Ojeda Navarro se encontraban a bordo de la lancha pesquera “Adonay I”, la cual estaba atracada en el muelle de Puerto Natales esperando zarpar rumbo al sector de Isla Cóndor a capturar luga.
El malogrado y fatal episodio se desencadenó después de una discusión entre Ayancán y Ojeda, en la cual el acusado le dijo a la víctima: ¿y qué pasaría si te pego un tiro?, disparándole luego en el pecho con una escopeta calibre 16, lo que provocó que cayera, inconsciente y sangrando por la boca, sobre una caja de víveres y que el acusado iniciara rápidamente la navegación. Durante el trayecto se detuvo en el sector de Punta Guesalaga, donde descendió a cargar unas piedras que subió a la lancha y que introdujo a unos sacos, retomando pronto el rumbo. En seguida amarró desde los hombros hasta los pies a la víctima y en un extremo le ató los sacos. Luego lanzó a Ojeda al agua y limpió los restos de sangre.
Pericias
El fiscal regional, Juan Agustín Meléndez, hizo dupla con el fiscal (s) de Puerto Natales, Daniel Soto y juntos prepararon cada detalle del juicio oral. Nada podía quedar al azar porque sabían que se enfrentaban a una dupla de defensores afiatada y que litiga muy bien frente a los jueces. Probar un crimen sin tener el cuerpo de la víctima como principal prueba no era fácil.
Por eso, entre muchas otras pruebas y testigos, presentaron una “recreación virtual” del homicidio, elaborada por el perito informático de Carabineros, Marco Medina Urquiola, prueba que los jueces legitimaron en el veredicto y que les permitió hacerse una idea de cómo el homicida arrojó el cuerpo al agua atado a dos sacos con piedras. Otra prueba importante fue la del perito químico de la PDI, Hans Krautwurst, dando cuenta de una muestra de sangre que se encontró en la embarcación cuyo resultado del ADN coincidió en un 999,9973 por ciento con la muestra biológica tomada a la madre de la víctima.
Jurisprudencia
Juan Agustín Meléndez no tiene dudas de que este fallo marcará jurisprudencia nacional. Más aún cuando los tres magistrados opinaron lo mismo. Así lo declaró ayer en la tarde, en el programa “Lo que Dejó el Día” de Pingüino Radio. Dijo que siempre tuvieron la convicción de que Ayancán era culpable y tuvieron que trabajar bastante para probarlo. “Por eso estamos tranquilos y conforme con el resultado”.
Sobre el hecho de que nunca apareciera el cadáver de la víctima, Meléndez recordó que el Código Penal no establece como exigencia el cuerpo, “porque de lo contrario estaríamos premiando la impunidad, en aquellos casos donde los delincuentes toman las medidas para hacer desaparecer el cadáver”.

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