
Una de las apoderadas que estuvo en las afueras del liceo y que está en contra de la “toma”, Ximena Ulloa, manifestó que todo el procedimiento se realizó en calma y sin ningún tipo de agresión, pues “si bien todos apoyamos el movimiento y lo que se pide, no podemos permitir que se siga perdiendo clases”, afirmó, postura que es compartida por la mayoría de los padres, sobre todo, por los que tienen hijos cursando enseñanza básica.
Tras la entrega del liceo, los adolescentes ordenaron los bancos y las sillas que estaban apilados en la reja de acceso al colegio, y los apoderados acordaron realizar turnos en las afueras del plantel para resguardar que no se repitan los intentos de “tomas”, por lo menos, hasta el martes, cuando se retomen las clases luego del fin de semana largo.