Para la fiscalía era una violación con uso de fuerza en perjuicio de una mujer de 54 años de edad. Fernando Dobson logró acreditarlo y la justicia sentenció ayer a cinco años de presidio efectivo a Luis Soto Andrade. Entre el condenado y la víctima existió hace una década una relación afectiva, que no duró más de tres años. Según el fiscal esto lo aprovechó el acusado para someterla a vejámenes sexuales y hostigamientos en su domicilio a altas horas de la madrugada, como lo confesó la víctima en el juicio oral. Lo que repitió el día que la violó.
La abogada querellante, Natacha Oyarzún, señaló que no solo hubo forcejeo, sino que también la víctima le imploró a su atacante que se vaya, que la deje y que no le haga nada. Dijo que con ocasión de los sucesos “la afectada presenta una depresión profunda”.