Los rebeldes libios lanzaron un ultimátum a los seguidores de Muammar Gaddafi, dando como plazo el sábado para rendirse o exponerse a la acción bélica. Así lo afirmó el jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafá Abdul Jalil, quien se refirió a las negociaciones que existen con los responsables de las distintas ciudades libias, especialmente Sirte, la ciudad natal de Gaddafi, para intentar obtener su rendición sin combates.
“Esta ventana de oportunidad expirará al concluir el Eid el Fitr (las fiestas del fin del Ramadán). A partir del sábado, si no hay una salida pacífica a la vista, nos impondremos militarmente”, aseguró Abdul Jalil a la prensa en Benghazi, la “capital” de la insurgencia.
“Privilegiamos todas las iniciativas que permitan llegar a una salida pacífica, aunque todo puede acabar con operaciones militares”, expresó Abdul Jalin, quien externó su profundo deseo de no recurrir a la fuerza.
Este ultimátum se refiere concretamente a la ciudad de Sirte, a 360 kilómetros al este de Trípoli; a Bani Walid, en el sudeste de la capital, y a toda la región del sur del país.
Desde hace varios meses, el CNT ha informado regularmente sobre las negociaciones entre los rebeldes y los jefes tribales para que les sea permitido el ingreso pacífico en la región natal de Gaddafi.
La avanzada de los rebeldes se encuentra a 20 kilómetros al este de la ciudad y están listos para la movilización según se ha informado a los medios.
OTAN
Por su parte, la OTAN afirmó que continuará su misión en Libia ante la amenaza que representa un eventual contraataque de las fuerzas leales al coronel y dictador por 42 años, Muammar Gaddafi.
La portavoz de la alianza atlántica, Oana Lungescu, indicó que “es aún necesaria (la misión) para proteger a los civiles”, añadiendo que la campaña continuará “según el mandato de la ONU, mientras sea necesaria”.