El ministro (S) del Trabajo y Previsión Social, Bruno Baranda, realizó hoy un recorrido por locales de San Bernardo afectados por saqueos y vandalismo en la jornada de conmemoración del 11 de septiembre. La autoridad visitó a los trabajadores de un local “Acuenta”, donde delincuentes rompieron un muro perimetral e intentaron forzar la puerta de la bodega para robar mercadería. Luego, Baranda se dirigió a un local de la cadena “La Oferta”, donde una turba de delincuentes rompió el acceso al local y la bodega, y robó productos y especies avaluadas en más de $ 20 millones.
En total, según las cifras que maneja el Ministerio del Trabajo, fueron más de 60 los locales de la Región Metropolitana afectada por saqueos o actos de violencia en la jornada de ayer, con casi 130 trabajadores involucrados.
“Hoy vinimos a solidarizar con los trabajadores del local de Acuenta en San Bernardo, precisamente para manifestarle toda nuestra confianza en ellos. Aquí hay trabajadores que ponen riesgo su vida, su salud y su integridad a propósito de las manifestaciones, porque grupos vándalos saquean y asaltan estos locales”, señaló el ministro (S) del Trabajo.
Bruno Baranda agregó que “estos mismos trabajadores sufrieron anoche 11 de septiembre, y ya habían sufrido saqueos para el paro de la CUT del 24 y 25 de agosto. En esa oportunidad, el supermercado Acuenta fue asaltado con 15 trabajadores en su interior. Hacemos un llamado para que la ciudadanía condene estas manifestaciones y los actos abusivos que se han cometido contra trabajadores de nuestro país”.
Sobre los efectos de los saqueos y la violencia sobre los trabajadores, el ministro (S) sostuvo que “hay personas que han quedado afectadas por días y semanas, porque sufren un shock importante. Hay locales que hoy tienen que estar cerrados para reparar las pérdidas, y eso afectada a todos: empleadores y trabajadores”.
En san Bernardo, Baranda afirmó que, por ejemplo, en uno de los locales visitados, el 97% de sus 67 trabajadores vive en las cercanías de su fuente laboral. “También se está perjudicando a este tipo de negocios que ayuda a la gente vendiendo los productos un poco más baratos, y el daño que se produce es doble: se afecta el lugar de trabajo de la gente, y donde ellos pueden hacer sus compras. Estamos llegando al límite de lo tolerable”, concluyó Baranda.