Una treintena de personas, entre testigos, peritos y policías, van a comparecer en el juicio oral por el crimen de la ciudadana dominicana Orfelina Ramona Paulino Tatis, ultimada reiteradamente con un cuchillo en marzo de este año. Ayer se cumplió con un trámite judicial muy importante, como es la preparación de juicio oral. Fue el momento en que la fiscal del caso, Alejandra Guevara y el abogado defensor, Juan José Arcos, tuvieron la oportunidad de presentar y rechazar las pruebas y testigos que ambos ofrecerán en el juicio. Este trámite le permite al juez (en este caso a Andrés Provoste) redactar el “auto de apertura” que próximamente hará llegar al Tribunal Oral en lo Penal y, lo más probable, es que el juicio se agende para mediados o fines de octubre.
40 puñaladas
El crimen de la ciudadana extranjera se consumó la noche del 23 de marzo, cuando la mujer se encontraba en el domicilio (sector Club Hípico) que compartía con Marcelo Gutiérrez, y ambos discutieron. En esos momentos el hombre tomó un cuchillo, “con el cual procedió a apuñalar reiteradamente, en diferentes partes del cuerpo, a Orfelina Ramona Paulino Tatis, sin posibilidad alguna de que ésta pudiera repeler los ataques a consecuencia de lo cual falleció en el lugar”, reseña la fiscal en su acusación, donde hace el alcance de que el acusado le profirió más de cuarenta heridas cortopunzantes y penetrantes, tanto a nivel torácicas y de carácter complicadas, como a nivel cervical, abdominal, tronco extremidades, genitales, pechos, lesiones vitales del tipo homicidas y que en definitiva ocasionaron su fallecimiento, por anemia aguda.
La fiscal pide que Gutiérrez sea condenado en calidad de autor del delito de femicidio y que reciba como pena la de presidio perpetuo simple.
Arrepentido
“Claro que está arrepentido”, respondió el abogado Juan Arcos sobre el sentimiento que embarga en estos momentos a su defendido.
Sin embargo discrepa del femicidio como calificación jurídica, porque entre su cliente y la dominicana no había una convivencia, sino una relación que, según el siquiatra, la define como de alucinación. Arcos explicó que Gutiérrez idealizó una relación que no es propiamente una convivencia. “A la luz de estos antecedentes, a nuestro modo de ver los hechos son constitutivos de un homicidio, pero no de un femicidio”.