El nuevo gobierno se comprometió a abandonar el poder una vez que el país cuente con una seguridad total. El nuevo gobierno libio, comandado por el Consejo Nacional de Transición, nombró ayer un nuevo gabinete y se comprometió a dejar el poder después de que el paí­s cuente con seguridad total.
El jefe del Consejo Nacional de Transición, Mustafa Abdul-Jalil, y el nuevo primer ministro, Mahmoud Yibril, aseguraron que permanecerán en sus cargos hasta que la ciudad natal de Muammar Gaddafi, Sirte, sea capturada.
Los gobernantes agregaron que han firmado una promesa de “no participar en cualquier gobierno futuro de ninguna manera”.
El anuncio se produjo luego de varias semanas de luchas polí­ticas internas que estancaron los esfuerzos para formar un nuevo gobierno.
Miles de personas huyeron de Sirte aprovechando un cese temporal de los enfrentamientos, mientras los rebeldes se preparan para lanzar una gran ofensiva en la principal ciudad fiel a Gaddafi.
“Estamos aprovechando el breve alto al fuego para salir de la ciudad ya que la situación humanitaria está empeorando”, comentó a la cadena DPA un habitante de Sirte.
Según el canal de televisión, las familias abandonan la ciudad en vehículos cargados con sus pertenencias y a bordo de camionetas.
Por su parte, el comité internacional de la Cruz Roja estimó que más de 10.000 de los 70.000 habitantes de Sirte han huido de la ciudad.
Los rebeldes aseguraron el domingo que están preparando una gran ofensiva para expulsar a los fieles a Gaddafi de la ciudad, una de las pocas aún en manos del Ejército del ex Mandatario, que aún sigue en paradero desconocido.