
Agregó que la clave de esta dieta está en el consumo sostenido de productos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, presentes en el aceite de oliva, en pescados ricos en ácidos grasos omega 3 como jurel, salmón, caballa, cojinova, atún y trucha; y en la ingesta moderada de vino tinto, que está asociado a un efecto cardioprotector.
“Esta dieta no es un medicamento, sino un estilo de vida saludable. En Chile existe un alto consumo de pan blanco, carnes rojas, jugos y bebidas gaseosas (azúcares simples en general) y sodio. Como ejemplo, en promedio, un chileno al año consume 75 kilos de carnes rojas frente a siete kilos de pescados”, aseveró la nutricionista.
Por lo mismo, la especialista de Sodexo dijo que “Chile se encuentra ante el desafío de revertir la mala alimentación que aqueja a gran parte de su población. No es un objetivo imposible de alcanzar, pero sí de largo plazo”.