
Los festejos comenzaron ayer con una misa en la Iglesia Catedral y posterior romería al Cementerio Municipal para recordar a los profesores fallecidos, mientras que en la tarde, una velada de gala tuvo lugar a eso de los 19 horas para homenajear a sus colegas que cumplían 30 años de servicio en la labor.
Para hoy, en tanto, se espera una buena convocatoria a la Cena Bailable “Día del Profesor” en el Casino Dreams.
El ánimo
Respecto de la conmemoración de la fecha, las voces de tres profesores de liceos en “toma” de Punta Arenas, reflejaron el ánimo con que algunos de los docentes, vivieron la celebración, sobretodo porque la mayoría no ha vuelto a las aulas desde que comenzó el conflicto.
La profesora de Francés y Valórica del Liceo Luis Alberto Barrera, Soledad Nercellas, señaló que la tónica del profesorado del establecimiento consistía en realizar un acto con los alumnos y como plantel, un reconocimiento a los años de servicio de algunos docentes, lo que este año, “vamos a poder presenciar sólo por parte del gremio”, dijo, agregando que “también se perdió el contacto con los alumnos así que no hubo instancia de celebración con ellos”.
De este modo hace presente su molestia en el modo cómo se ha manifestado la movilización. “Personalmente creo que las “tomas” en vez de ayudar han perjudicado y la intransigencia de la partes no apunta a una solución”, señaló.
Para el profesor de Educación Física del Liceo Sara Braun, Marcos Chandía, no estaba todo el ánimo para celebrar, pese a que por las redes sociales, él y sus colegas habían recibido todos los saludos correspondientes. “Es el mismo ambiente el que genera confusión, además que el Día del Profesor te lo preparan los alumnos y hoy ellos son los principales ausentes en las aulas”, indicó.
Por ello, a su juicio, los festejos de este año no tuvieron mucho sentido toda vez que en el ambiente se respira cansancio e incertidumbre en torno a lo que va a suceder.
De parte del docente Alex Santibáñez del Liceo Politécnico Raúl Silva Henríquez, este peculiar año para el Día del Profesor debía presentarse como un “momento de reflexión” para todos los estamentos educacionales del sistema, porque a raíz de este conflicto se podían madurar muchas asuntos acerca de la profesión, y que por ello, no podía bajar el ánimo. “A partir de esto muchas cosas podrían ser mejor”, dijo.