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En el camino no es difícil encontrarse con toninas, cormoranes, ovejas baguales, cóndores, entre tantas otras especies que habitan en Magallanes. La navegación es sin sobresaltos, la calma reina en estos parajes y aunque a veces abunda la lluvia, entrega el privilegio del sol sobre el glaciar y las islas que se encuentran en el camino.
Las termas no están distantes de la costa, por lo que después de unos minutos de caminata, es posible apreciarlas y de ser valiente, sumergir las manos o los pies en un “pozón” con unos 45 grados celsius. Leyó bien, los investigadores del CEQUA lograron detectar aguas de hasta 52 grados. En otro sector, las caídas de aguas calientes corrían con una temperatura sobre 30 grados, agradable al tacto.
A un par de horas de navegación, desde las termas, es posible visitar el imponente Glaciar Galería, el que se asemeja a grandes edificios. Este gigante de hielo, va disminuyendo considerablemente su tamaño desde hace unos 20 años y aunque no se han confirmado las razones, la falta de precipitaciones sólidas y el calentamiento global podrían ser las causas de este retroceso.
Pero sacarse fotografías abrazado a este glaciar no es lo única invitación de esta ruta, también es posible conocer los senderos de nuestros pueblos originarios y transitar por su historia en medio de un verde intenso y húmedo.
Carlos Olave, coordinador de este proyecto y funcionario del CEQUA, reconoce que “las termas siempre han sido un atractivo especial. Son bien conocidas sus distintas propiedades curativas, anti estrés y de belleza. Por esto pienso que le da un valor agregado, fuera de lo común a un sector muy bello paisajística y culturalmente hablando”
Recorrer cada uno de estos rincones fue posible gracias al Fondo para la Innovación y Competitividad Regional (FIC-r 2010) y un convenio con la empresa privada. Fue así que la navegación y parte del trabajo de investigación se desarrolló en el barco turístico Forrest, de la empresa Expediciones Fitz Roy.
Las aguas termales aún deben ser analizadas, ya que además de su temperatura podrían tener propiedades curativas. Por ahora los análisis arrojan que no tiene gases dañinos para el ser humano, los investigadores a cargo de Carlos Olave seguirán conociendo detalles de esta ruta, en un próximo recorrido por el seno Skyring.