
El primero se produjo la noche del 5 de octubre, en el cual fueron afectados, por segunda vez en menos de un año, los camarines del Club Deportivo Palestino. Bomberos debió trabajar arduamente para evitar que las llamas se propagaran a las estructuras pareadas o, en el peor de los casos, a las viviendas colindantes en la parte posterior del estadio.
En tanto, en la madrugada del 9 de octubre se produjo un segundo siniestro. Esta vez afectó al cielo raso de las recién refaccionadas instalaciones sanitarias del gimnasio de la asociación. Los esfuerzos bomberiles se centraron en evitar que el fuego alcanzara la estructura del gimnasio, lo cual se consiguió gracias a la oportuna acción de los voluntarios de la Octava Compañía de Bomberos.
Finalmente, la noche del miércoles pasado nuevamente los bomberos debieron acudir al recinto deportivo, ya que una vez más desconocidos iniciaron fuego al interior de los camarines de la cancha de fútbol, provocando daños materiales, sin lesionados.
Molestia vecinal
Vecinos del sector valoran los esfuerzos que han realizado los dirigentes por mantener los cierres, sin embargo reclaman, ya que por las noches éstos son vulnerados por personas que ingresan hasta altas horas de la madrugada a ingerir alcohol, y culpan a estos desconocidos de iniciar fuego al interior de estas modestas construcciones.
“El miedo que nosotros tenemos es que los camarines están muy cerca de las casas por el pasaje Chacabuco, si no fuera porque los bomberos de la ‘octava’ están relativamente cerca, ya habríamos tenido que lamentar desgracias mayores, lo mejor sería que los saquen”, señala una vecina del sector.