Luego de protagonizar uno de los momentos más polémicos del último tiempo en el ámbito edilicio, ambas autoridades se refirieron a las consecuencias que generarán los fuertes dichos emitidos. -¿Tomó la decisión de querellarse en contra del concejal Vicente Karelovic?
V.M.: “Sí, porque ya estamos cansados en la municipalidad. Yo creo que éste es un tema para el Concejo y también por los funcionarios municipales. Cuando se habla que hay corrupción en el municipio, el municipio somos todos. Es el alcalde, el concejo, los funcionarios, somos todos. Entonces yo creo que es bueno transparentar este tema, y que se transparente en los tribunales”.
-El alcalde aseguró que se querellará en su contra...
V.K.: “Sí, pero estoy tranquilo, ni siquiera voy a tomar abogado. Si no demuestro que hay corrupción, ojalá me vaya preso”.
- ¿Usted cree que esta ha sido una de las discusiones más fuertes que han tenido ambos?
V.M.: “Es que no es la primera vez. Yo no soy un tipo de revanchas, de odio, no. Yo quiero tener una muy buena convivencia con todo el mundo y yo olvido muy fácilmente y doy vuelta la página, y la he dado vuelta muchas veces, pero ya está bueno. Porque de manera permanente se tira el tema de la corrupción, la corrupción, la corrupción y yo, a lo menos, tengo las manos limpias, la conciencia limpia y yo voy a salir a defender mi honra y quiero defender también la honra del concejo y quiero defender la obra del municipio”.
V.K.: “No, hemos tenido otras, sin público. Han sido peores y ha habido palabras mucho más fuertes, porque siempre he dicho lo que pienso”.
- ¿A pesar de este impasse se sigue el trabajo del Concejo Municipal de forma normal?
V.M.: “Por supuesto, hemos tenido una sesión, hemos terminado de exponer el Padem, y ahora continuaremos adelante, y la ciudad tenemos que seguir construyéndola más allá de las diferencias. Lo que pasa es que las diferencias hay que saberlas expresar, yo creo que en democracia existe precisamente aquello: la diferencia, y la diferencia hay que respetarla y aquí se ha vulnerado aquello, el respeto a la diferencia”.
V.K.: “Naturalmente que voy a seguir trabajando por la comunidad, como siempre lo he hecho. Pero quiero dejar constancia que él tiró la primera piedra. Yo soy un hombre de 78 años, casi bordeando los 80 años, y que él me diga que yo soy una lengua loca, yo recurrí con la respuesta. Ahora todo el personal anda cantando una melodía que dice algo de la abuelita, yo creo que él se la buscó”.