
Hasta el Penal Cordillera llegó en la mañana de ayer una delegación de la FIDH, para notificar al director de la disuelta DINA, general(r) Manuel Contreras, y a sus subalternos Pedro Espinoza, Marcelo Moren Brito y Miguel Krassnoff, de la condenas que les impuso la justicia francesa por los crímenes de cuatro ciudadanos chileno-franceses. La actuación sin precedentes de los magistrados galos, es la culminación del proceso en ausencia realizado, tras la negativa de la justicia chilena de extraditar a los 13 chilenos y un argentino, culpables de secuestro, tortura y desapariciones en Chile, de Jorge Klein, Etienne Pesle y Alfonso Chanfreau y Jean Yves Claudet, en Argentina entre 1973 y 1975.
Contreras y su lugarteniente Pedro Espinoza Bravo, recibieron en el Tribunal de París -presidido por el juez Hervé Stephan- la pena máxima. Del resto de los encausados por los delitos de “secuestro acompañado de torturas y de actos de barbarie”, tres recibieron penas de 30 años, seis de 25, uno de 20 y el restante, una condena de 15 años.
Los expedientes fueron investigados durante 12 años de instrucción, además de otros tres de juicios. La causa se inició en 1998, cuando el general Pinochet fue arrestado en Londres por una orden de captura internacional emitida por el magistrado español Baltasar Garzón.