En las inmediaciones del recinto, decenas de esforzados comerciantes han puesto sus esperanzas en lograr una buena venta de flores y otros productos, y así proveer el sustento que necesitan sus familias. Con gran entusiasmo se han preparado los locatarios que cada año se instalan al exterior del Cementerio Municipal de Punta Arenas, para recibir la masiva afluencia de público este fin de semana largo, con motivo de la celebración del Día de Todos los Santos.
En las inmediaciones del recinto, decenas de esforzados comerciantes han puesto sus esperanzas en lograr una buena venta de flores y otros productos, y así proveer el sustento que necesitan sus familias.
La mayoría de estos puesteros ha traído grandes cantidades de “mercancía fresca” desde Santiago, con las que el bandejón central de avenida Bulnes se ha cubierto de color desde la semana pasada.
Aunque en días pasados las ventas no se aproximaban a lo esperado, por la poca afluencia de gente, algunas personas como Zulema Ruiz aseguran: “Esto es así. Tenemos la esperanza y la voluntad para que nos vaya bien”.
Estas fechas precisan para los comerciantes un esfuerzo que involucra a varios integrantes de la familia, transportando también el legado a nuevas generaciones.
Tal es el caso de los hijos de Ruiz, quienes por años han ayudado al negocio familiar, y este año instalaron su propio puesto de venta de flores y adornos para nichos del cementerio.
Otro ejemplo de esta unión familiar es Jorge Naín, quien junto a su familia, han pasado varias noches durmiendo en una carpa sobre el bandejón central de avenida Bulnes, donde además de resguardar su lugar de trabajo, evita los costosos traslados de la mercadería cada mañana.
En el negocio lo apoyan además sus hijos, quienes durante el día cumplen con su horario en sus respectivos trabajos y por la tarde acompañan a su padre en el negocio familiar.
En tanto, una de las principales preocupaciones de estos comerciantes es el factor climático, ya que la afluencia de personas depende directamente de las condiciones del tiempo, y aunque este año el clima ha sido favorable, en Magallanes estas condiciones pueden cambiar en minutos.
Desde el viernes, sobre el bandejón central de Bulnes, entre Angamos y Maipú, decenas de comerciantes se han instalado con puestos de comida, en donde el aroma de los chulengos se puede percibir a varias cuadras a la redonda.
Estos esforzados trabajadores ofrecen a las personas los tradicionales choripanes, anticuchos, milcaos, café y gran variedad de bebidas y bocadillos, los cuales pueden ser disfrutados en familia en este fin de semana largo.
Para este año se espera la visita de más de 50 mil personas al cementerio municipal durante el Día de Todos los Santos.