
En este sentido, los industriales comentaron que el anuncio de incorporar las licitaciones generó “sorpresa” y “molestia”. Asimismo, admiten que “estábamos todos muy motivados (con la mesa de pesca), porque el premio para nosotros era que no habría licitaciones. Por eso, este manto de dudas que se ha generado nos preocupa y desilusiona. No era lo que habíamos conversado”, afirma un dirigente de Asipnor, gremio de los industriales del norte del país.
Mientras que en el caso del royalty, la industria se muestra abierta a los cambios, los que, creen, debiesen ir de la mano con una baja en el sistema de cobro de patentes. De hecho, los gremios industriales están elaborando una propuesta alternativa en la materia, coordinados por Sonapesca.
En relación a la decisión de incluir licitaciones en el proyecto, pese a lo acordado en la mesa de pesca, hay distintas visiones en el gobierno. Según fuentes cercanas a la elaboración del nuevo texto legal, el anuncio de Longueira obedece a una expresa instrucción del Presidente Piñera, quien siempre se ha mostrado partidario de facilitar la entrada de nuevos actores al sector.
Sin embargo, aseguran que tanto la licitación de excedentes, como el royalty nunca estuvieron fuera de la propuesta legislativa de la cartera y que no habrían sido incluidos en las negociaciones de la mesa pesquera con el objetivo de darle mayor viabilidad a ésta.
Roberto Izquierdo, presidente de Asipes, lo desestima: “No hay nada acordado. Lo único es lo que está en la mesa de pesca que suscribió el ministro (Longueira)”. Ello podría aclararse este miércoles, cuando el ministro de Economía reciba a los representantes del sector industrial para tratar los contenidos centrales del proyecto de ley.
En este mismo tema, el presidente de la comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, Carlos Recondo (UDI), se muestra dispuesto a considerar los cambios propuestos por el Ejecutivo “en la medida que formen parte de un acuerdo entre las partes”.
En esta línea, en Economía señalan que el nuevo proyecto, que está en su etapa final de elaboración y cuyos contenidos centrales ya habrían sido visados por La Moneda, establece la licitación de excedentes cuando éstos superen -en un rango que está por definirse- el nivel de la cuota global.