Luego que la familia del empresario Francisco Javier Errázuriz acusara a la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, y a su par de Obras Públicas, Laurence Golborne, haber gatillado su delicada situación de salud, la secretaria de Estado negó ayer una “orquestación” del Gobierno en contra del ex-senador. “Nunca he perseguido a nadie, no tengo nada en contra de él, ni como ser humano, ni como familia, ni en política, ni en nada. Tampoco le pedí que él trajera los trabajadores de Paraguay”, sostuvo Matthei, añadiendo que “siempre es doloroso cuando alguien está enfermo”, pero, como ministra del Trabajo, “juré hacer cumplir las leyes laborales en este país, y ese es mi deber. En ese sentido, las personas que no quieran problemas, tienen que cumplir la ley en forma súper estricta. En la medida que cumplan la ley, nadie a va tener problemas”. Enfatizó además que “todo Chile ha visto las imágenes y conoce los antecedentes” de la internación de los trabajadores paraguayos al país, para realizar labores en los fundos del empresario. “Los chilenos no son tontos, la gente tiene formada su opinión. No voy a empezar a hablar ni de la salud ni de las responsabilidades ni de nada. Yo voy a seguir fiscalizando”, manifestó.