
Desconocidos ingresaron el viernes en la noche a la Parroquia Cristo Obrero, ubicada en calle Zenteno esquina Serrano, y llegaron hasta el lugar donde está el “sagrario”. Para entrar forzaron la puerta de la oficina parroquial y luego se pasearon en busca de dinero o algunos objetos de valor. El párroco, sacerdote Enrique Fortín (en la foto), lamentó lo sucedido y pidió a la persona que se llevó el “copón” que lo devuelva, porque no tiene un gran valor comercial. Rescató que quien cometió este delito fue respetuoso porque sacó las hostias que estaban dentro y las guardó en el sagrario, el que dejaron cerrado, pero se llevaron las llaves. El párroco se percató de esta situación recién ayer en la tarde, a las 18.00 horas, cuando fue a preparar la capilla para la misa de las 19.00 horas.
Después de verificar lo ocurrido se contactó con personal de Carabineros, quienes acogieron la denuncia y comenzaron a realizar las primeras diligencias.