
Estas personas trabajan en pro de los derechos humanos, pacientes con cáncer, pensionados y protección al consumidor, además de otros servicios que se prestan al interior del inmueble, el cual deberá ser desalojado el próximo 31 de diciembre.
Dicha construcción fue entregada en comodato a la Municipalidad de Punta Arenas por el Instituto de Normalización Previsional (INP) en la década de los 80, y en próximos días deberá ser entregado al Instituto de Previsión Social (IPS), ya que según las inspecciones realizadas por personal del organismo, no se estarían cumpliendo varias cláusulas del contrato.
Entre dichas faltas al acuerdo, estarían la escasa mantención del inmueble, y el uso que se hace del mismo por personas ajenas a la municipalidad, lo que ha dado pie al rechazo de la prórroga solicitada por la actual administración.
Aunque los trabajadores y representantes de las organizaciones sociales que se desempeñan en el lugar agradecen la buena disposición y apoyo que han recibido de los distintos alcaldes de la comuna en el último tiempo, el hecho de quedar sin un lugar para continuar su labor se ha convertido en su principal preocupación durante los últimos meses.
En ese sentido, los representantes de dichas agrupaciones, hacen un llamado a las autoridades municipales y regionales para buscar de manera conjunta una solución que permita continuar prestando servicio a las personas que recurren a dichas organizaciones.
Reubicación
Una de las soluciones que proponen estos trabajadores es el apoyo de las autoridades para ser reubicados, ya que en la ciudad existen varios lugares en donde estas organizaciones podrían continuar con su labor, principalmente, algunas secciones del antiguo hospital.