En sus casi tres años de desarrollo, un proyecto cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que introdujo perros protectores de rebaños ovinos —provenientes de los Pirineos—, muestra positivos resultados al haber reducido la mortalidad del ganado a sólo 5,5%, en promedio. Incluso, en el período enero-septiembre de este año esa tasa llegó al 1,86%.
La cifra antes de la puesta en marcha de la iniciativa fluctuaba entre 30 y 50% por acción de depredadores en los cajones cordilleranos (perros vagos, pumas y zorros).
El proyecto —en el que participan la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile e integrantes de la Sociedad Quempo Turismo, de la localidad de Los Maitenes— se desarrolla en la Región Metropolitana, en la comuna de San José de Maipo, y beneficia a 16 crianceros de la zona.
“La efectividad de los perros está demostrada e incluso se espera que en los últimos tres años de ejecución de la iniciativa, la tasa de mortalidad baje a un promedio de 3,75%”, explica el ejecutivo de innovación de FIA y supervisor del proyecto, Tomás García Huidobro, añadiendo que otros beneficios son la reducción en el tiempo humano dedicado a protección del ganado.
FIA importó en septiembre del 2008, desde España, cuatro perros de la raza “Montaña de los Pirineos” —tres hembras y un macho—, para cuidar inicialmente una masa ganadera de 1.500 ovejas, pertenecientes a pequeños crianceros, distribuidas en una superficie de 100 mil hectáreas. Hoy esa cifra de ovinos, supera los 2.300, lo que representa un incremento del 55% respecto de la población original.
“Los perros no son violentos, son muy bien acogidos por el rebaño y cumplen más bien una tarea disuasiva por presencia, además de contar con un grave ladrido que ahuyenta no sólo a los animales depredadores, sino también a los ladrones de ganado que rondan el sector y que tradicionalmente son los responsables de gran cantidad de las pérdidas de ganados en la zona”, asegura el doctor Patricio Pérez, veterinario de la Universidad de Chile y coordinador del proyecto.
Desde que partió la iniciativa —que termina el 22 de diciembre próximo— se han incorporado 7 cachorros que fueron entregados a tres instituciones (BIOLECHE, INIA de Aysén y la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile). “Esta acción permitirá difundir el proyecto y hará posible que otros productores puedan disminuir en sus rebaños la mortalidad producto de la depredación y la pérdida de animales por robos”, agrega Pérez.
Además, se entregarán 6 cachorros a dos pequeños productores y a Carnes Ñuble.
En los buenos resultados —indica García Huidobro— también ha influido el mayor cuidado que han puesto los productores; el incremento del número de perros protectores y al manejo del rebaño en conjunto, situación que permite concentrar todos los esfuerzos en un solo blanco.
El perro de Montaña es una raza preparada para resguardar rebaños de oveja, lo que se refuerza con métodos de aprendizaje de los instintos de guarda. El perro nace y se desarrolla junto al rebaño y actúa como muy buen protector ante la acción de los depredadores.