
Pero anoche los chunchos no querían repetir la historia. Con 20 mil almas que los apoyaban en las tribunas y galerías del coliseo de la Plaza Chacabuco, los dirigidos por Jorge Sampaoli saltaron a la cancha a jugarse la vida. Con las pulsaciones a mil y con el objetivo en mente de instalarse en una definición internacional por primera vez en sus 84 años de vida, la U corrió a mil por hora ante un rival que pareció sorprendido por el dinamismo y entrega del campeón chileno.
A las 20.50 horas el árbitro Darío Ubriaco de Uruguay pitó el inicio del partido. Los cariocas se notaron nerviosos y a los 3’ casi marcaron un autogol: centro de Francisco Castro al área, Renato Silva peinó el balón y por poco se fue desviado.
Eduardo Vargas, la figura del partido, tuvo un par de ocasiones en el primer lapso. A los 7’ enfrentó mano a mano a Fernando Prass, pero el portero estuvo atento para quedarse con el balón y a los 20’ el delantero azul remató violentamente obligando al arquero a rechazar, cuando aparecía Castro sólo por el centro.
A los 30’ llegó la apertura de la cuenta: Gustavo Canales aprovechó una serie de rebotes en el área carioca y con potente remate anotó el 1-0 que hizo estallar la garganta de los millones de hinchas de la U.
Luego de la apertura de la cuenta, los brasileños atacaron en busca del empate que forzaría a la definición desde los doce pasos, pero Jhonny Herrera, que sólo ha recibido dos goles en la presente edición de la Copa Sudamericana, salvó al menos en tres ocasiones la valla azul.
Con la ventaja mínima, ambos equipos se fueron al descanso.
A un paso de la gloria
En el segundo lapso, Universidad de Chile buscó el gol del triunfo, pero le faltaba el toque final para concretar. Por su parte, Vasco da Gama lucía cansado y algunos de sus jugadores ya no corrían como en el inicio. Incluso el veterano Juninho Pernambucano, el emblema de los cariocas, fue sustituido a los 58’. Parecía que los brasileños ya se resignaban y apostaban a la definición del brasileirao de este fin de semana.
La desesperación hizo presa de los visitantes y a los 70’ Fágner le propinó un violento codazo a Canales, denotando la impotencia que invadía a los brasileños.
Y dos minutos más tarde, el estadio casi se viene abajo. Eugenio Mena centró desde la izquierda y Vargas definió solo frente al arco para decretar el 2-0 definitivo.
En los últimos instantes del partido, la U tocó el balón dejando pasar el tiempo, mientras que los brasileños lucían derrotados. Finalizado el partido, los cariocas se fueron de la cancha sin despedirse del rival.
Con la victora de anoche, Universidad de Chile consiguió su octavo triunfo en el certamen luego de diez partidos, manteniéndose invicta.
Ahora los azules viajarán la próxima semana a Ecuador para medirse el jueves con Liga Deportiva Universitaria de Quito en el Estadio Casa Blanca, en el primer partido de la final de la Copa Sudamericana.