
La tragedia del 8 de diciembre de 2010 recordó las condiciones al interior de los penales chilenos, en especial, el alto nivel de hacinamiento. Tres meses después del incendio, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, junto al entonces titular de Justicia, Felipe Bulnes, anunciaron una serie de medidas para enfrentar la crisis.
Entre los proyectos impulsados tras el siniestro, y que aún no son aprobados, se encuentra la ley de conmutación de penas para reos de menor peligrosidad, la que tiene por finalidad que las condenas sean pagadas con trabajos comunitarios.